LA BUENA VOLUNTAD ES LA DE DIOS, NO LA DEL HOMBRE

 

El anuncio del nacimiento de Cristo a los pastores, hecho por un ángel acompañado de un coro celestial, incluye una proclamación trascendental: 

“Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres” (Lucas 2:14; RV-SBT). 

Este pasaje ha generado un debate en torno a la palabra griega “eudokia”, que significa “buena voluntad”. Tanto el Texto Recibido como el Texto Crítico contienen esta palabra, pero difieren en su forma gramatical, lo cual conduce a distintas interpretaciones.

Por un lado, la versión Reina-Valera 1602 adopta la forma nominativa de “eudokia”, sugiriendo que es Dios quien manifiesta su buena voluntad al enviar a su Hijo, subrayando la iniciativa divina de proveer un Salvador. Por otro lado, el Texto Crítico utiliza la forma genitiva (ευδοκιας), lo que podría interpretarse como:

 “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres de buena voluntad” (Lucas 2:14; RVA).

 

La Reina Valera Actualizada desplaza así el enfoque de la divinidad a la humanidad. 

Algunas versiones contemporáneas basadas en el Texto Crítico, como la Biblia de las Américas, han modificado el texto para reorientar la atención hacia la figura divina: “Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz entre los hombres en quienes Él se complace” (Lucas 2:14; LBLA). En esta traducción, “eudokia” se interpreta como “complacencia” y se añade “Él” refiriéndose a Dios de manera interpretativa.

La tendencia en la mayoría de las versiones que siguen al Texto Crítico es añadir elementos interpretativos para “forzar el texto bíblico” y evitar una lectura centrada en el ser humano. 

Contrariamente, la interpretación del Texto Recibido en la Reina Valera pone correctamente en relieve la buena voluntad de Dios dentro de su plan de salvación, lo cual concuerda con el contexto más amplio del mensaje redentor.

-Pr. Alejandro Riff